La alianza
oficialista consiguió, ayer en el pleno del Congreso, modificar la Ley del
Servicio Diplomático para que los quince embajadores que alcanzaron esa
categoría antes del 2000 quedaran fuera de carrera. En el 2009, el Congreso
modificó la Ley de Servicio Diplomático. Estableció que sus integrantes
pasarían a retiro a los 70 años o al cumplir 20 años en cualquier categoría.
Sin embargo, una disposición final señaló que esta segunda causal de retiro no
se aplicaría a los diplomáticos que hubiesen ascendido antes del 1 de enero del
2000. Y el proyecto de ley del Poder Ejecutivo aprobado ayer elimina tal
disposición.
La presidenta
de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Ana Jara Velásquez (Gana
Perú), dijo que de esta manera se estaba “corrigiendo una discriminación
inconstitucional e injustificable en la Ley del Servicio Diplomático”. Además,
respaldó que estos 15 embajadores pasaran a retiro, pues –agregó– el servicio
tenía todo lo contrario a una estructura piramidal: “Actualmente hay 115
embajadores y 49 terceros secretarios. Eso como si en el Ejército hubiera 115
generales y 49 soldados”, concluyó.
La portavoz
de Alianza Parlamentaria (Perú Posible), María Omonte, secundó el
planteamiento. El oficialismo también recordó que la Asociación de Funcionarios
del Servicio Diplomático de Perú se había manifestado a favor del proyecto del
Poder Ejecutivo (por 246 votos a favor y 12 en contra).
MERITOCRACIA
En cambio,
para todas las bancadas de oposición la modificación castigaba la meritocracia,
pues suponía que quienes habían ascendido con mayor rapidez en la carrera
diplomática tendrían que abandonarla antes de los 70 e incluso antes de los 65
años.
El
congresista fujimorista Carlos Tubino indicó que esta propuesta era una
“venganza política”, como el caso de José Antonio García Belaunde, canciller
durante los cinco años del gobierno de Alan García. Carlos Bruce (Concertación
Parlamentaria) rechazó que pueda compararse el servicio diplomático con la
estructura militar.
Asimismo,
Gabriela Pérez del Solar (Alianza por el Gran Cambio) negó que hubiera un
exceso de embajadores, pues hay solo 115 cuando se necesitan 123 para las 60
embajadas bilaterales, 19 consulados generales, 14 representaciones permanentes
ante organismos internacionales y los 30 altos puestos en la cancillería.
De nada
sirvieron estos argumentos. El proyecto del Ejecutivo se aprobó en el pleno del
Congreso por 56 votos a favor (de Gana Perú y Alianza Parlamentaria), 38 en
contra y una abstención. De inmediato fue exonerado de segunda votación y quedó
listo para su promulgación.
Es un cese
como el de 1992
El embajador
Eduardo Ponce vivanco afirmó que no solo se han atropellado los derechos de
personas “sino también el derecho del estado a beneficiarse de los servicios de
profesionales de alto nivel y experiencia”.
“Nuestro
derecho a trabajar hasta los 70 años fue reconocido por el Tribunal
Constitucional (TC). Pero esta jurisprudencia constitucional es desconocida
cuando se dispone que nos retiremos antes de la edad legal de jubilación”,
precisó.
El
diplomático sostuvo que “este Congreso unicameral ha producido una norma tan
defectuosa que perjudicará nuevamente a funcionarios que fueron cesados en
1992, y que por no haber prestado servicios efectivos en esos años, pasarán al
retiro sin tener 20 años en la categoría”.
Acerca de la
norma aprobado manifestó que “es un cese parecido al de 1992, pero es un cese
selectivamente orientado a los embajadores de una generación de la que
claramente se quieren librar. Ahora podrán disponer de nuevas plazas en Gran
Bretaña, el Vaticano, Malasia y Montevideo. Es un desperdicio lamentable en
perjuicio del propio estado”.
Fuente: El Comercio y Perú 21
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