De un tiempo a esta parte, se dice mucho de los múltiples problemas que viene pasando en nuestra región (Valle del Rio Apurímac y Ene) pero, uno de ellos es sobre el cultivo de la hoja de coca y su posterior proceso para la elaboración de drogas que se envían al interior y exterior del país para su comercialización.
Sobre el tema el Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) hizo la presentación de un libro cuyo tema de investigación es El mapa del narcotráfico en el Perú “Amenaza a la seguridad” donde claramente indican que Ayacucho como región es la zona donde más hoja de coca se produce y que el VRAE, como zona (Junín, Cusco, Apurímac y Ayacucho) es el lugar donde se elabora la mayor cantidad de droga en todos sus derivados.
Las estadísticas se basan en los registros de censos, en sector productivo agrícola y en las ingresos de insumos fiscalizados al VRAE, “Es un tema que preocupa y que debemos tomar en cuenta, esta situación obedece a que el gobierno no está poniendo en claro sus políticas de gobierno en estas zonas, se puede revertir la situación sí, pero deberán tomar en claro que con poca inversión no se hará nada, se debe reforzar las comisarias implementar con equipos los controles para evitar el ingreso de químicos y el campesino debe recibir mucho apoyo en temas de cultivo alternativo cosas que no se hacen” mencionó, Favian Novak, responsable de la elaboración del libro.
Dijo además que, salir de este sitial que ubica a Ayacucho como uno de las regiones de zona de producción masiva de hoja de coca y la producción de la coca misma, obedecerá a copiar algunas estrategias que se realizaron en regiones como San Martin, donde actualmente es mínimo el cultivo de la hoja de coca, porque se dedican a producir frutales entre otros productos y tienen las facilidades para su comercialización, ya que cuentan con carreteras, servicios básicos, apoyo en la producción entre otros “Es un ejemplo que deben seguir el estado y de seguro que las cifras se reducirían” acotó.
Finalmente dijo que no se debe, victimizar al campesino y olvidarse de los peces gordos, ellos son los que invierten en este ilícito negocio y que a la par de inversiones en la zona del VRAE, deberían de realizarse las investigaciones de los cientos y miles de clanes que existirían en Perú y que la institución encargada como la policía y Ministerio Publico debe cumplir con sancionarlos.
Fuente / La Calle
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